MUESTRA. La inauguración será en la Manzana Uno, a las 19:30. Hay expectativa
ANNA INFANTAS
No es fácil remar contra la corriente, pero Aleiandro Fuentes, director general del Fenavid Internacional, ha hecho lo imposible, junto a otros 40 voluntarios, para cultivar la semilla del audiovisual en los jóvenes. Y vaya si lo está logrando. Con un bajo presupuesto, al menos comparado con sus grandes conquistas (se estima que han invertido entre $us 15 y 20 mil), hoy los apasionados al video tendrán la oportunidad de descubrir no sólo nuevos valores, sino también de empaparse con historias tan diversas como la realidad latinoamericana.
Del 2 al 7 septiembre, la Manzana Uno (donde se realizará la inauguración), el AECI y el paraninfo universitario estarán copados de las muestras que entrarán en competencia, además habrá un encuentro de realizadores (del lunes 3 al jueves 6) y el proyecto Santa Cruz 100x100.
Estos tres ejes tienen como única meta consolidar el Fenavid como una muestra internacional, que, al mismo tiempo, carga con la misión de fortalecer el audiovisual boliviano. Claro que para ello, según Fuentes, se demanda mayor rigor y pulcritud, desafíos que la organización está sabiendo enfrentar.
Para prueba está el proyecto Santa Cruz 100x100, que busca incentivar la producción del cortometraje en el país con 25 directores. Paralelo a ello, está la competencia propiamente dicha, a la cual se presentaron más de 200 cortos, de los cuales 103 fueron calificados. "Los que están viniendo saben que su trabajo es bueno y saben que el objetivo es unir a los realizadores", dice Fuentes.
No se sorprenda si presencia únicamente el video de dos cruceños, varios nacionales, dos argentinos y uno peruano en Santa Cruz 100x100.
"Es también una unidad latinoamericana, pero desde la esencia del cortometraje y del joven realizador que busca nuevas formas de narrar", agrega. Pese a que aún resulta novedoso el proyecto Santa Cruz 100x100, para sus organizadores es la unidad de un festival que apuesta al talento de noveles realizadores. Si todo marcha como lo tienen previsto, será Rodrigo Bellot y su equipo, que desde España, den la bienvenida a este espacio destinado a compartir experiencias (durante la apertura). "Será una sorpresa para los 25 chicos. Desde España cada actor dirá las reglas del Fenavid, mientras que Rodrigo repetirá nuestro lema, que es lo único que une al festival y a los trabajos".
Se proyectarán 12 películas
-todas gratuitas- y 12 diversos temas serán parte del encuentro con los realizadores, que tendrán a invitados especia-les, como la argentina Gabrie la Trettel y el documentalista peruano Cristian Winer. Asi-mismo, Óscar García estará como uno de los jurados, mientras que Marcos Loayza y José Antonio Prado serán los guías de Santa Cruz 100x100.
Finalmente, el director de Fenavid asegura la variedad de narraciones, desde ficción hasta videoclips, en las dos diferentes categorías: la oficial y la estudiantil. "Se trabaja ya no sólo en función de decir: ¡Qué bonito está!, sino que también hay propuestas sociales y de participación.
De hecho, este año hemos instituido el premio a los derechos humanos, además de los que siempre otorgamos".
Pablo Bustamante
MIRADA A LAS PRIMERAS 100 HORAS DE VIDEO
Todavía recuerdo mi encuentro, hace más de un año, con Alejandro Fuentes, durante un Congreso de Carreras de Comunicación, él me había dicho que el Fenavid 2006 sería internacional, pero me aseguró que sería algo pequeño y que iría creciendo. Por lo visto, ni siquiera los amigos de Fundav esperaban la importante respuesta que tuvieron, especialmente con un proyecto tan arriesgado como Santa Cruz 100x100.
¿Es posible hacer un cortometraje en 100 horas?, ésa fue la pregunta que cada grupo intentó responderse. Desde el primer momento la adrenalina se sentía fluir en cada uno de los grupos. Parte de esa emoción se debía a que casi nadie se conocía (cuatro participantes eran extranjeros), jamás habían trabajado juntos y ahora debían realizar un corto desde cero.
Las horas pasaron sin perdonar errores o repeticiones, el tiempo se hacía cada vez más corto y los ánimos luchaban por mantenerse intactos. Al aproximarse la hora 100, un participante de uno de los tres grupos que habían terminado lanzo una propuesta al aire:
"O todos, o ninguno". Tras 101 horas de trabajo, los lazos se fortalecieron, la competencia estaba diluida entre las muestras de respeto y de comprensión de quienes habían vivido esta experiencia. Es ahí donde se encuentra el reto a futuro para Santa Cruz 100x100, el construirse en un verdadero encuentro entre realizadores, un espacio que no sólo sea el referente de una competencia, sino que también ayude a compartir experiencias a partir de la práctica del audiovisual.
(Este cochabambino participó el año pasado en Santa Cruz 100x100 y ganó la categoría de video arte)
El septimo encuentro internacional de video consagró a los mejores del audiovisual. Durante cinco días se proyectaron 103 trabajos de diferentes países, además se produjeron cinco cortometrajes en cien horas. Los miembros del jurado analizan las tendencias y los retos que hay por delante.
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